domingo, 31 de octubre de 2010

No fue mi día.

Hay veces que las cosas no cuadran.
Es imposible pretender que todo salga redondo, que cada día sea exactamente como se ha planeado por la mañana y que nunca haya imprevistos.
Pero aún así, hay imprevistos que joden, que joden mucho, y es imposible tomar una actitud gandhiana y sonreír a todo. Hay que cabrearse, hay que soltar la mierda que sino a una se le mete demasiado adentro y hay que decir ESTO, NO.








Y no, esto, no.

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