...y que no te importe mancharte los pies, reírte del espejo y decir siempre que quieras que sí.
lunes, 1 de noviembre de 2010
IN...ROS.
Vuelve a Valladolid. Levántate pronto, organízalo todo (¿todo? No. Tu madre siempre encontrará un papel que no ordenaste), queda con el pasado para que te cuente qué tal está, regresa pronto a comer, sal de casa y pasa casi tres horas en un bus que tenía que llegar a su destino en dos y cuarto.
Anochece demasiado pronto, tanto aquí como allí, estás cansada y te duele la espalda, pero vas llegando a lo que cada día se parece más a TU ciudad.
[...]
Llegar y leer cómo alguien se acuerda de todos tus detalles no tiene precio, no tiene nombre.
Darse cuenta de hasta qué punto una persona puede conocerte, emociona.
Y tú, María Morante Zarzosa, me conoces mucho, pero mucho, mucho, mucho.
Y yo te quiero tanto como tú me conoces, así que haz cálculos :)
IN...ROS.
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