lunes, 16 de mayo de 2011

Y yo mañana suspendo.

La magia está en hacerlo fácil, pero a mí me gusta más lo complicado. Eso de llegar pisando rojo y que me abran las puertas... qué; no emociona y los logros no huelen a una misma.
Vamos a vivir despacito para que nos entre el vértigo, que hablar lo vivido suena más bonito cuando es en pasado que analizar el presente y no sentirlo. 

Y no es tan difícil: uno pone las reglas y el otro las rompe, vamos a hablar de corrido sin que importe quién escucha y matémonos de lo bonito que es vivir sin darse cuenta.
Compliquémonos y vivamos fácil, a ver qué tal se da... Total, para arrepentirse siempre tendremos tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario