viernes, 6 de mayo de 2011

Vive conmigo.

Súbeme a la moto, que hoy va de kilómetros por recorrer. Hoy va a ser de los días que aparecen amarillos en las películas, como dos que sólo quieren ser uno y se mezclan con el viento que les mueve el pelo.
Recógeme a las hora-que-tú-quieras en punto y respira el aire que yo devuelvo, abróchame el pañuelo del cuello a la cintura y haz un nudo que no nos separe nunca, vamos a prometer todo hoy y romperlo todo mañana.
Y de día toca bailar, beber mucho, apretarme en tus abrazos y reír escuchándote cantar. Por la noche ya veremos, vida; tenemos muchas opciones. Podemos hacer una de la vie en rose o seguir con el rock, lo que decidamos, ya veremos qué depara la puesta de sol.

Eso sí, el reloj te lo quitas, que las horas las va a poner el cielo y la vuelta a casa será cuando los pies lo decidan. Para comer quiero tus besos, y como no me das sed, con cerveza mala me sirve. Las velas y manteles los dejamos para los demás, porque no queremos ser como ellos; tú y yo vamos mucho más rápido, nos saltamos el protocolo, los escalones los subimos de dos en dos... lentos son sólo tus besos, los caminos volviendo de ti y las horas cuando no te tengo latiendo cerca.

Cuando suceda lo imposible y tengas sueño, escógeme como almohada, que yo elijo tu pelo como pasatiempo de mis dedos... sabes que es a ti a quien busco siempre. 
Y si quieres vivimos así, yo me acostumbro fácil, aunque soy difícil para convivir... pero contigo yo me amanso y puedo aprender a decir que sí...

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